Introducción
“Un hombre noble marchó se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver. Llamó a diez sirvientes suyos, les entregó una gran cantidad de dinero y les encargó: Háganla producir hasta que yo vuelva” (Lc 19,12-13).
Introducción
“Un hombre noble marchó se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver. Llamó a diez sirvientes suyos, les entregó una gran cantidad de dinero y les encargó: Háganla producir hasta que yo vuelva” (Lc 19,12-13).
Introducción
“Apártense de mí, malditos vayan al fuego eterno preparado para el diablo” (Mt 25,41) estas son las palabras más terribles que encontramos en el evangelio y no son las únicas en boca de Jesús: “les digo que no sé de dónde son Uds. Apártense de mí, malhechores” (Lc 13,27). “El hijo del hombre enviará a sus ángeles que recogerán de su reino todos los escándalos y los malhechores; y los echará al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujir de dientes.” (Mt 13,41-42) “Átenlo de pies y manos y échenlo fuera a las tinieblas” (Mt 22,13) “Vendrá el Señor de aquel sirviente, el día y la hora menos pensada y lo castigará dándole el destino de los hipócritas. Allí será el llanto y el crujir de dientes” (Mt 24,50-51).
Introducción
Jesús ha aconsejado ser “prudentes como serpientes” (Mt 10,16) y, sin embargo, su comportamiento y sus palabras parecen muy distantes de lo que comúnmente se entiende por prudencia: ha lanzado invectivas contra los escribas y fariseos (cf. Mt 23) e ironizado sobre su tendencia a endosar “largos vestidos” (cf. Mc 12,38), ha confrontado a los saduceos desmontando sus convicciones teológicas (cf. Mt 22,23-33), ha llamado “zorro” a Herodes (cf. Lc 13,32) y lanzado ráfagas de críticas contra los reyes que “visten ropas suntuosas” y “habitan en lujosos palacios” (cf. Mt 11,8). Violaba el sábado, frecuentaba gente de mala fama e impura, llamaba “serpientes y raza de víboras” a los guías espirituales del pueblo (cf. Mt 23,33) y aseguraba que los publicanos y las prostitutas les precederían en el reino de los cielos (c. Mt 21,31)… ¿Qué clase de prudencia es esta?
Introducción
Israel ha experimentado la fidelidad de su Dios y por eso ha acuñado la expresión hesed we ‘emet, utilizada frecuentemente en la Biblia y que se puede traducir por: fiel en el amor. Cuando el Señor estipula una alianza permanece fiel a lo pactado, aunque la otra parte traicione los compromisos adquiridos; cuando Dios hace una promesa, nunca falta a su palabra.
Introducción
En el pasado, los santos han disfrutado de una tremenda popularidad: las iglesias estaban llenas de sus estatuas y recurrir a ellas era tal vez más común que acudir a Dios. Había un santo para camioneros, para estudiantes, para artículos perdidos, para enfermedades de los ojos e incluso para un dolor de garganta. Fueron considerados una especie de intermediarios que tenían la función de “suavizar” el impacto de un Dios considerado demasiado grande y demasiado lejos, un poco inaccesible y algo extraño a nuestros problemas.
Introducción
Soledad, silencio, ascesis son necesarios para crear un clima favorable a la contemplación, a la “vida interior”, al encuentro con Dios, pero se convierten en señales de patología si nos alejan de los hombres, si nos llevan al desinterés por los hermanos. La contraposición entre el amor al hombre y el culto a Dios está fundada en mitos paganos, no se deriva del evangelio.
Introducción
Los términos eucaristía y carisma son muy conocidos. Derivan del griego charis que significa benevolencia, don gratuito, regalo que produce gozo, que nos hace felices.
Es grande la satisfacción que experimentamos cuando se nos entrega un diploma académico después de tanta fatiga y noches de insomnio, pero inmensa es la alegría que produce en nosotros una simple flor que la persona amada nos ofrece en el momento en el que nos declara su amor.
Introducción
No rompas el tenue hilo de la amistad porque, una vez roto, aunque lo recompongas de nuevo, quedará siempre el nudo”. Este es el consejo que nos dio nuestro maestro cuando yo estaba en la escuela primaria; se me quedó gravado en la memoria y me viene a la mente cada vez que soy testigo de desavenencias, contrastes, sinsabores, divisiones y me angustia el solo pensar que basta un error para poner un fin definitivo a la amistad, a esa relación que la Biblia llama “Bálsamo de vida” (Eclo 6,16). “Has soltado un pájaro de la mano, así has soltado a tu amigo y no lo cazarás; no lo persigas que ya está lejos” (Eclo 27,19-20). La incapacidad de perdonar, el miedo a confiar plenamente de nuevo en quien se ha equivocado, son las fuerzas malignas que hacen irrecuperables los lazos de un amor roto hecho pedazos.
Introducción
“En
mi angustia” (Sal 77,3) invocamos al Señor porque estamos convencidos que él:
“da vida y aliento y todo a todos” (Hch 17,25). Recurrimos a los santos,
visitamos santuarios, besamos reliquias, hacemos novenas…siempre para tener
vida. Las multitudes buscaban a Jesús “y cuando lo alcanzaban lo retenían para
que no se fuese” (Lc 4,42), lo tocaban “porque salía de él una fuerza que
sanaba a todos” (Lc 6,19). Se acercaban a él para obtener vida. “Yo vine para
que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10).
Introducción
Circulaba al final de los años 60 un retrato de Cristo “en busca y captura” (wanted): pelo largo, barba descuidada, amigo de marginados, mensaje revolucionario, “mal-visto” por los poderes establecidos. Era el “Jesús de los contestatarios” quien, por cierto tiempo, entró en competencia con el tradicional “Jesús místico”, el favorito del quienes se sentían atraídos por la religión de las devociones y del intimismo. Tuvo también su época el “Cristo triunfante”, entre lábaros y estandartes: era el “conquistador de reinos” y protector de los soberanos de este mundo.