Pestañas

I Domingo de Cuaresma– Año A

La tentación de una felicidad ilusoria
Fernando Armellini

Introducción
En lenguaje corriente, ser tentado significa sentirse atraído por lo prohibido, de ahí que nos parezca extraño que grandes personajes de la Biblia, como los patriarcas, Job hayan sido tentados. De la extrañeza pasamos a la inquietud y al desconcierto frente al relato de las tentaciones de Jesús, especialmente frente a la afirmación del autor de la carta a los Hebreos que, hablando de Cristo declara: “Como él mismo sufrió la prueba puede ayudar a los que son probados” (Heb 2,18). “El sumo sacerdote que tenemos no es insensible a nuestra debilidad ya que, como nosotros, ha sido probado en todo excepto en el pecado” (Heb 4,15). 

VII domingo del tiempo ordinario– Año A

A pasos cortos hacia una meta inalcanzable
Fernando Armellini


Introducción
“Señor no soy digno”, repetimos antes de acercarnos a recibir la comunión, conscientes de que la unión con Cristo en la eucaristía lleva consigo compartir su estilo de vida. “No soy digno”, es decir, no soy capaz de convertirme como tú en pan compartido y sangre derramada, sin reserva, en favor de los hermanos. Sé que no tendré la fuerza de dejarme “consumir” por ellos, por eso vengo solo a implorar tu Espíritu. 

VI domingo del Tiempo Ordinario– Año A

Observan los mandamientos, pero no entran en el reino de los cielos
Fernando Armellini

Introducción
Los hebreos llaman la Ley a los primeros cinco libros de la Biblia. Una manera sorprendente de nombrar una colección que contiene sí, normas, preceptos y mandatos, pero que no es un código de derecho como lo entendemos hoy. La Biblia es un relato apasionado, una historia de amor entre Israel y su Dios. Comienza con la creación del mundo y continúa con la llamada a Abrahán, la historia de los patriarcas, la esclavitud en Egipto y el Éxodo. Una Ley bastante original.
A decir verdad, el término ley no traduce exactamente el término Torah que se deriva de la raíz iarah e indica el acto de lanzar una flecha, de mostrar la dirección. También nosotros nos guiamos en las carreteras por “las flechas” de las señales de tráfico.

V Domingo del Tiempo Ordinario– Año A

Ser sal y luz, pero ¿cómo?
Fernando Armellini

Introducción
“Hoy ya no hay fe, dicen algunos. Antes ¡había tanta!” ¿Cómo se mide la fe? ¿De acuerdo, quizás, con las estadísticas de todos aquellos que participan en la misa dominical, que se acercan a los sacramentos, que se casan por la Iglesia, que envían sus hijos al catecismo? ¿Se tiene en cuenta, acaso, las muchedumbres imponentes que se reúnen en los grandes encuentros eclesiásticos? ¿Cómo llegamos a saber si la fe aumenta o disminuye y cuándo sucede esto? ¿Es, quizás en las solemnes celebraciones, cuidadas hasta el mínimo detalle e impecablemente ejecutas, donde los cristianos se muestran como la sal de la tierra y luz del mundo?