Pestañas

IV Domingo de Cuaresma Año C


¿Pecado? Un infierno del que el amor del Padre nos libera
P. Fernando Armellini

Introducción
  Jesús reveló que Dios es amigo de publicanos y pecadores (cf. Lc 7,34; Mt 9,12-13). Pero ¿cuánto tiempo durará? ¿No llegará el día en que vaya a cambiar de actitud hacia ellos?
  Alguien responde a esta pregunta: los pecadores tienen tiempo hasta el final de sus vidas para convertirse, y eso es todo. En el momento del ajuste de cuentas Dios deja de ser bueno y se convierte en un juez justo. 
  Este cambio de actitud de parte de Dios (si es que ocurre), nos puede dejar sorprendidos y desconcertados. Aquí en la tierra, Jesús acepta invitaciones de publicanos y pecadores, frecuenta sus hogares, toma parte en sus celebraciones, come con ellos y, a continuación, en el cielo, les niega un lugar en su banquete y los manda fuera. Un comportamiento difícil no sólo de aceptar sino también de entender.

III Domingo de Cuaresma Año C


Las misteriosas razones del corazón
Por Fernando Armellini

             Introducción
             Frente a la injusticia muchos se dejan llevar de la venganza, llegando a cometer actos insensatos.
             Existe otra posible alternativa: el desinterés. Es la opción de quien se encierra en su pequeño mundo, evita comprometerse, aunque solo sea emocionalmente, con los dramas ajenos, a no ser que los acontecimientos políticos les afecten en su vida personal o familiar.
             ¿Qué hacer? La realidad, social, política y económica del mundo nos interpela, no podemos desinteresarnos, alejarnos de ella, observarla desde afuera como espectadores inertes. Pero ¿cómo intervenir?
             Existe un modo correcto de hacerlo: lo sugiere hoy la palabra de Dios.

II Domingo de Cuaresma Año C


Las misteriosas razones del corazón
P. Fernando Armellini

          Introducción
          Perder la cabeza por alguien significa, en lenguaje, popular enamorarse. El impuso de amar no niega lo racional, sino lo sobrepasa, abre horizontes, remonta el vuelo hacia un mundo de insospechadas emociones.
           La fe es una elección ponderada, Jesús lo advierte a aquellos que quieren convertirse en discípulos suyos: “Si uno de ustedes pretende construir una torre ¿No se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? (Lc 14,28). Pero es también un fiarse completa e incondicionalmente de Dios, un impulso de entrega hacia él que requiere, por consiguiente, despojarse de este mundo y de su lógica, es un perder la cabeza.

I Domingo de Cuaresma Año C

La tentación, oportunidad más que peligro
P. Fernando Armellini

Introducción
          Del análisis de los textos bíblicos emerge un dato curioso: los impíos nunca son tentados por Dios; la tentación es un privilegio reservado de los justos. Ben Sira, autor del libro de Eclesiástico, recomienda al discípulo: “Prepárate para la prueba…Acepta todo cuanto te sobrevenga, aguanta la enfermedad y la pobreza, porque el oro se prueba en el fuego y los elegidos en el horno de la pobreza” (Eclo, 2,1.4-5). Las desgracias y fracasos ponen a dura prueba la fidelidad al Señor, pero también la fortuna y el éxito pueden constituir una amenaza para la fe.

8º Domingo de Tiempo Ordinario– Año C


Hay un solo Maestro
P. Fernando Armellini

             Introducción
              Como todos aquellos que enseñan el camino de Dios, como los doctores del templo a los que Jesús, de doce años, fue a escuchar (Lc 2:46), como el Bautista (Lc 3:12), como Nicodemo (Jn 3:10), así también Jesús es llamado ‘maestro’ por la gente. De hecho, si excluimos los casos que acabamos de mencionar, este término (que aparece 48 veces en los Evangelios) siempre se refiere a él y solo a él.