P. Fernando Armellini
Introducción
Jesús reveló que Dios es amigo de publicanos y
pecadores (cf. Lc 7,34; Mt 9,12-13). Pero ¿cuánto tiempo durará? ¿No llegará el
día en que vaya a cambiar de actitud hacia ellos?
Alguien
responde a esta pregunta: los pecadores tienen tiempo hasta el final de sus
vidas para convertirse, y eso es todo. En el momento del ajuste de cuentas Dios
deja de ser bueno y se convierte en un juez justo.
Este
cambio de actitud de parte de Dios (si es que ocurre), nos puede dejar
sorprendidos y desconcertados. Aquí en la tierra, Jesús acepta invitaciones de
publicanos y pecadores, frecuenta sus hogares, toma parte en sus celebraciones,
come con ellos y, a continuación, en el cielo, les niega un lugar en su
banquete y los manda fuera. Un comportamiento difícil no sólo de aceptar sino
también de entender.